domingo, 7 de diciembre de 2014

Reelección o elección



Las opiniones direccionaron por estos días hacia las 16 enmiendas constitucionales, que plantean la posible reelección del presidente Rafael Correa en el 2017. Muchas voces van contra el mandatario como candidato, pero finalmente son los ecuatorianos quienes deciden darle o no su voto. Las voces deben concentrarse en la  manera como pretende mantenerse en el poder, pues si la Constitución se aprobó mediante una consulta popular, de la misma forma debería modificarse.

Ahora que las solicitudes de los formularios para la consulta han sido rechazadas, con trabas y excusas que probablemente seguirán apareciendo, todo apunta a que la decisión finalmente estará en manos de la Asamblea que, como sabemos, pertenece en su mayoría al Movimiento Alianza PAIS. Dando la reelección como un hecho, tendríamos que observar el presente político de quienes podrían -o tienen interés- en reñir con Correa la presidencia.




Algunos con la capacidad, otros con las ganas, las deducciones apuntan al alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot; al excandidato presidencial, Guillermo Lasso; al alcalde de Quito, Mauricio Rodas; al prefecto del Guayas, Jimmy Jairala; y al prefecto del Azuay, Paúl Carrasco.

Jaime Nebot ha logrado de Guayaquil una ciudad autónoma, utilizando los recursos proporcionados por el Gobierno como un plus con el que puede hacer más eficientes los procesos y las obras, no como un todo indispensable sin el que no puede funcionar la ciudad. Ha adelantado proyectos de transporte y movilidad con o sin ayuda del Gobierno. Nebot creó una relación de igual a igual Nebot-Correa. Pero ya anunció que su vida política acaba con esta administración.

Guillermo Lasso, a través del grupo Compromiso Ecuador, consiguió unir políticamente a Lucio Paredes y Cesar Montufar, para hacer  oposición a las enmiendas constitucionales. Es decir, desde su posición anuncia que quiere una participación política sin Correa como contrincante, con una alianza de partidos no alineados al gobierno, como la que ya logró. En días pasados, Compromiso Ecuador recibió el primer rechazo del CNE a la solicitud de los formularios para la consulta popular, quizás el grupo seguirá las indicaciones de la entidad para intentarlo una vez más, pero si su solicitud y la de otros partidos no logran nada, Lasso tendría que enfrentarse una vez más al candidato Correa. Aunque antes, al no lograr la consulta, su popularidad bajaría, panorama desalentador para un candidato poco sonado entre los ciudadanos. A las campañas de Lasso les ha faltado tocar corazones. No genera confianza, que a fin de cuentas es lo que posicionó por primera vez a Correa como presidente.

Mauricio Rodas enfrenta un gran desafío político. Parece que todo depende de un factor.  Para mejorar el transporte y la movilidad de la capital, se echó en hombros la responsabilidad del Metro de Quito. Ahora, el proyecto presenta un déficit que la ciudad no puede cubrir y que el Gobierno no aceptó financiar. Correa, previendo que Rodas puede ser su contrincante, no cederá en un dólar más de los que prometió al inicio del proyecto. Si Rodas logra construir el Metro de Quito, buscando recursos por otras partes, su imagen sería fuerte y podría trascender políticamente y dar una buena batalla en las presidenciales. Sin Metro, probablemente no hay presidencia para Rodas.

Jairala, desde su administración, ha permanecido en una campaña inacabable que expone claramente su interés en trascender en su carrera política. Su movimiento Centro Democrático también se proyecta como nacional. Lo que no queda claro de su aspiración, es la cercanía política con Alianza PAIS, pues tendría que competir con Correa. Lo que se puede especular, es que quizás sea una carta –no tan fuerte- para la presidencia. Aunque si es de apostar, le sería más conveniente ir por la Alcaldía de Guayaquil.

Finalmente Carrasco, prefecto del Azuay, ha intentado posicionar su criterio opinando sobre varias situaciones, pero no lo ha hecho de forma ordenada. Ha hablado sin una estrategia o una sola línea que defina su posición. Su mejor herramienta sería hacer las cosas con calma, ponerle riendas a su efusividad para que no se fatigue pronto. También debería saber estrechar vínculos de trabajo, pues con la alcaldía de Cuenca no pudo producir resultados útiles. Dominando esos dos factores, podría enmendar que su prefectura no tenga mayor impacto mediático.

En conclusión, el posible candidato Rafael Correa es más fuerte que sus posibles contrincantes. Tiene control sobre el Estado y los medios de comunicación. Su experiencia le ha dejado estrategias definidas, que resultan efectivas. Y por encima de todo, ha logrado medidas populares que pueden adelantarlo a pasos agigantados de la oposición. Por ejemplo, logrará afiliar a miles de amas de casa –en las que nunca nadie había pensado- a la pensión. No puede negarse que ha generado desarrollo.

Hay que esperar 2015 para ver cómo se comporta el precio del petróleo, qué iniciativa lidera Lasso con Compromiso Ecuador, qué logra Rodas con el Metro, qué popularidad alcanzan los prefectos, y a quién decide apoyar Nebot, pues si bien se retira, su voz sigue siendo muy fuerte.            

[Foto tomada de la web]