Hoy 19 de marzo hay marchas a favor y en contra del Gobierno, y por así decirlo,
el Régimen organizó las suyas porque supo que la oposición las haría.
Mi motivación para escribir este artículo de opinión ha sido las
conversaciones que he mantenido en redes sociales y que me han parecido muy
provechosas. Por eso, me he animado a plasmar estas pequeñas discusiones que me
han hecho ver ciertas ideas.
La primera, es otro error de la oposición, porque no marchan por
algo que entienden quienes no marchan. No marchan por un motivo exacto, por algo
que uno pueda distinguir; es muy difuso. Es verdad, hay ciertas cosas por las
que la gente está insatisfecha: libertad de expresión, reelección indefinida,
salvaguardias, etc. Pero no hay una estructura, no hay una identificación,
decir yo no he marchado pero me identifico por los que marchan.
Entonces, hay esa falta de identidad de los que no marchan con las
personas que lo están haciendo. No hay esa fuerza, se difumina, se pierde la
atención por así decirlo. Esta falta de estructura por quienes fomentan la
marcha de oposición, produce que no haya una repercusión, lo cual es un error y
la oposición no va a poder implantar bien sus ideas o argumentos, no al Presidente,
sino a quienes no están marchando.
Opinión personal.- Estas
marchas son muy buenas, es lo más sano que le puede pasar al país. Como
una persona me dijo: “no es algo democrático, es solo expresar la
insatisfacción”; pero bueno, yo le respondía: “es una relación causa y efecto”.
Se sienten insatisfechos, por eso ellos van a marchar democráticamente. Es sano
para el Ecuador porque es una expresión de la sociedad. Así sean 5, 10, 20
personas, pero es un sentimiento de libertad que se lo puede sentir, y es
diciéndole, no nos gusta esto, y por último, sino se entiende el mensaje hay
personas que están marchando y no han tenido ninguna repercusión negativa a
aquello y se han expresado punto. Eso puede motivar a que otras personas
marchen sobre otros temas y emitan su opinión con menos temor del cual nos
quieren hacer sentir.
Porque la democracia no es solo ir a votar, esta va mucho más
allá, nosotros como ciudadanos podemos expresarnos democráticamente día a día,
porque con nuestra propia opinión fomentamos la democracia. Siempre que nuestra
opinión sea en favor de los intereses de todos, del pueblo. Simplemente, con la
opinión estamos haciendo un acto democrático.
Asimismo, hay una realidad que es el sedentarismo en el activismo
político. Hay personas que creen que por escribir 140 caracteres en Twitter están
haciendo democracia; hasta cierto punto. Si no se quita este sedentarismo, esto
no caminará porque su expresión no va más allá; es algo que hay que dejar
porque tenemos y debemos ser más democráticos.
En mi corta vida, me acuerdo que, en los 80’s y 90’s era increíble la
participación en la democracia en el país; cómo se llenaban los estadios. Basta
ver los videos de Abdala Bucaram, la afluencia de personas que había; de León
Febres Cordero cuando llenaba el estadio Modelo; el discurso de Jaime Roldos
Aguilera en el estadio Atahualpa. Eso cautivaba mucho al país, nos hacían más
ecuatorianos. Había un sentimiento porque a la gente le importaba. En cambio, lo
que pasaba ahora es muy diferente; y, si es que no les pagas a las personas, no
van.
Como dicen vulgarmente: “van cuando se les da el sanduchito”; porque, por
decisión propia, por convicción de que salgan a las calles, es muy difícil. Y
no creo que sea porque la gente está muy ocupada sino porque existe un quemeimportismo político que es lo
que no nos ayuda a avanzar para fomentar nuestra democracia.
